Otoño: Nostalgia y recuerdos

El otoño se caracteriza por la caída de las hojas de los árboles y que renuevan sus hojas cada año. Con la llegada del otoño, por lo tanto, las hojas adquieren un color amarillento o amarronado y caen al suelo una vez que están secas. El otoño es un tiempo empapado de la tristeza de sentir que nos alejamos de algo que no deseamos dejar ir y nos invade una especial melancolía sin saber bien por qué.

Las semanas pasan, los meses, años, lustros uno sigue esperado algo; uno ya no sabe cuánto debe esperar, solo se pueden encontrar tulipanes. El otoño nos da tiempo de intimidad con nosotros mismos, para trabajo interior y reflexión, nadie se atreve a recordar ya que el aroma natural solo desune en octubre.

Y así como la naturaleza cambia sus colores, también nosotros debemos pensar que cosas de nuestra vida queremos conservar y qué debemos dejar ir, como los árboles que dejan caer sus hojas abonando así la esperanza de vida de otro tiempo, nosotros debemos soltar aquello que nos sobra, para abrirnos a lo nuevo.

El viento del norte raspa por las noches la garganta, el oeste da esperanza; otoño, una época de agradecer lo recibido y guardar lo indispensable para el invierno que se acerca; momento de ponerle orden a nuestras ideas, reflexionar sobre los apegos, evaluar proyectos, deshacernos de lo innecesario y conquistar lo que queremos.

Tiempo de otoño, cerrar los ojos para respirar aire de adolescencia, abrirlos y respirar aire de la inconsciencia donde se quedan los recuerdos;para preparar el camino que se repetirá para recordarnos que siempre podemos alcanzar nuestros objetivos y metas, sanar nuestras almas, transformarnos y comenzar de nuevo.