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Los efectos de la música clásica en nuestras vidas

A través de los años, se ha creído que la música clásica trae beneficios tanto emocionales como biológicos en nuestros cuerpos, sin embargo, desconocemos las verdaderas acciones que esto conlleva. La música influye en nuestro estado de ánimo y provoca una serie de sensaciones que afectan a todo el cerebro ayudando a reducir el dolor y la ansiedad, por lo tanto, esto nos ayuda a influenciar de una manera positiva en nuestras vidas.


Uno de los beneficios más impactantes de la música clásica es que puede convertirse en un combate, o más bien, una terapia a distintas enfermedades, tal es el caso del Alzheimer, Parkinson, Síndrome de Tourette y diferentes formas del autismo. Por ejemplo, según una según una investigación publicada en The Journal of Surgery Cardiothoraic, escuchar música clásica u ópera tras un trasplante de corazón puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso, ya que han encontrado que la música reduce la ansiedad, el dolor y las nauseas, incluso afirman que podría haber algún efecto sobre el sistema nervioso parasimpático (una parte del sistema nervioso cuya función es controlar cosas inconscientes de nuestro cuerpo, como la digestión).


Hacer el escuchar música clásica una costumbre, también podría combatir el insomnio, pues la Universidad de Toronto asegura que “los ritmos y patrones tonales de este tipo de música crean un estado de ánimo meditativo y unas ondas cerebrales lentas”, lo cual ayuda a dormirse más rápido. Esto se debería a los ritmos y patrones tonales de este tipo de música, que crean un estado de ánimo meditativo y unas ondas cerebrales lentas.


Así como aprender a tocar un instrumento y lenguaje musical, el hecho de familiarizarse con la música clásica podría mejorar el rendimiento para que las personas obtengan mejores resultados académicos y sufran menos fracaso escolar. Se ha demostrado la eficacia de la música a la hora de impregnar constancia, disciplina y rigor en los alumnos que la estudian.


Alguna vez has escuchado hablar sobre el ''efecto Mozart'' ?

Es interesante denominarlo como a la serie de supuestos beneficios que produce el hecho de escuchar la música compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart, que supone que mejora de forma temporal el razonamiento espacio-temporal y la memoria a corto plazo.


¿Sabías que durante el embarazo, la música clásica puede estimular al feto? Aunque se duda sobre que el “efecto Mozart” sea del todo cierto, sí se ha comprobado que la música estimula al feto, lo cual es bueno para su desarrollo. Y no tiene que ser Mozart necesariamente.


En los niños, la música mejora la capacidad de memoria, de atención y de su concentración, al igual que estimular el á

rea derecha del del cerebro, mejorando así la capacidad para realizar cualquier otra actividad artística, como la pintura, impulsando así el desarrollo integral del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo. La música clásica no hace milagros, pero a través de la práctica de un instrumento puede hacer más responsable y disciplinado a un niño que apenas muestra interés por sus obligaciones domésticas. Del mismo modo, actividades como cantar, bailar y estudiar un instrumento pueden mejorar notablemente sus capacidades motrices.


No solo la música clásica, sino la música en general, imita las características tonales de la emoción de la voz y tiene la capacidad de provocar escalofríos o producir alegría, incluso en diferentes culturas. Por ejemplo, la música occidental causa emociones de excitación o alegría. Esto se debería a que la música imita las características tonales de la emoción de la voz, aprovechando nuestra capacidad de comunicación y nuestras asociaciones culturales de la misma forma. Por el contrario, la música clásica puede bajar la presión arterial, combatir el insomnio, puede mejorar el rendimiento, el razonamiento espacio- temporal y la memoria a corto plazo.


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